Instalar Ubuntu 6.06 Dapper Drake y no morir en el intento

5 - junio - 2006 a las 12:17 am | Publicado en Instalación | 119 comentarios

Como lo prometido es de deuda y el único débito que quiero mantener es con el señor banco porque no me queda otra, aquí os traigo este ‘pequeño’ Howto para instalar Ubuntu 6.06 Dapper Drake, la última versión, salida hace un par de días. Doy por hecho que ya tenéis el CD con el sistema operativo; en caso contrario, podéis descargarlo como ya os conté y lo tenéis que tostar como imagen .ISO. Cuidado manazas: este detalle es esencial. Aunque parezca que los archivos de dentro pueden grabarse como datos, tenéis que decirle al software de grabación que es un .ISO. Si lo hacéis como datos, añadiréis un bonito posavasos a vuestra magnífica colección de discos inservibles. Como sé que sois unos vagos/as, podéis optar por el camino fácil: esperar a las revistas de Linux del mes que viene y usar el CD que incluyan, que seguro recoge esta nueva versión. ¡La ley del mínimo esfuerzo al poder!

ubuntu1_05062006.jpgAviso para amargados de Windows: antes de comenzar, os recomiendo grabar vuestros datos en un DVD o disco externo y pasarle al disco duro el Scandisk y el Defragmentador (¡Qué recuerdos, Dios mío!). Luego veréis por qué. Y a todos los lectores, os recomiendo imprimir este artículo; será lo más cómodo y útil.

Comenzamos: es cuestión de reiniciar el ordenador con el disco que hemos tostado dentro de la unidad. Lo que ocurrirá a partir de ahora podrá ser malo (subsanable fácilmente) o bueno:

1º) La opción mala: al reiniciar, el ordenador inicia con el sistema de siempre. Lo que intentamos al dejar el CD dentro durante el reinicio es que el PC coja el CD y emule un sistema operativo desde el que podamos instalar. ¿Solución? Volvemos a reiniciar y entramos en la configuración de la BIOS. Allí, en alguno de los paneles (en cada PC es diferente), tendremos que configurar el ‘Orden de arranque’ o ‘Boot Sequence’. De las 4 opciones que suele ofrecer, la primera tenemos que elegir el CD y la segunda, el disco duro. Las otras dos nos da igual en estos momentos. Guardamos los cambios, salimos y reiniciamos. Ahora, cuando encendemos el PC, primero busca en el CD y luego en el disco duro. Al encontrar un CD válido, arrancará desde él.

2º) Ahora, la buena opción. Casi siempre pasa que el PC ya está configurado así, que es la manera correcta, de modo que nos libramos del paso anterior.

Seguimos. Ahora ya ha encontrado el CD. Del menú que sale, le decimos que lo vamos a ‘Usar para Instalar o para usarlo Live’ (primera opción, vamos). ¡Y a disfrutarrrrr! En unos 3 minutos (depende de cada máquina) ya nos habremos plantado en el escritorio. Juguetea con él si quieres. Ahora bien, vas a notar que va muy lento. Muy muy lento. Una velocidad que en nada se parecerá a lo que al final disfrutarás. Y también habrá opciones que no te funcionen. Tendrá un aspecto tal que así:

ubuntu2_05062006.jpg

Aunque en esta imagen no lo veas, en tu escritorio ‘Live’ encontrarás un icono llamado ‘Instalar’. Pues bien, doble clic en él. Verás que se abre la ventana del asistente. En ella, elegimos nuestro idioma (español, euskera, catalán, ¿esperanto?, etc). Después, lugar geográfico (en mi caso, Europa/Madrid). Ahora, el teclado (español) y, tras ello, introducimos diversos datos (nombre completo del usuario, usuario, claves y nombre del equipo). Y llegamos al punto que más miedo mete a todo el mundo: las particiones. Para los/as que no lo sepan: una partición es un espacio reservado en un disco duro. Es como si arrancáramos al disco duro unos Gigas para que fueran independientes. Es sólo una división lógica, para nada física.

Nada más entrar en esta ventana, tenemos dos opciones: podemos instalar en alguno de los discos duros (si es que tenemos varios) o bien editar manualmente la tabla de particiones. Pongamos que elegimos nuestro disco duro. En la siguiente ventana, tenemos tres opciones:

1º) ‘Borrar todo el disco’. Para aquellos que sólo quieran Ubuntu en el disco duro elegido. ¡Esto sí que es lanzarse a Linux de cabeza!. Es mi caso y es la forma más sencilla de instalación (lo hace todo el asistente). Cuidado: elegir esta opción borra lo que haya en el disco.

2º) ‘Cambiar el tamaño de la partición que ya existe’. Usuarios de Windows: ¿recordáis lo del Defragmentador y el Scandisk? Ahora lo vais a entender. Con esta opción vamos a ser reducir el tamaño de la partición Windows. Imaginaos que vuestro disco duro es de 80 Gb. Bueno, pues llevad el tirador hasta los 60 Gb. Al haber hecho el Scandisk y el Defragmentador hemos agrupado todos los datos, de modo que la posibilidad de corromper cualquiera de ellos de ese disco se reduce bastante. Tengo que admitir que este sistema aún no lo he utilizado, por lo que me imagino que el sistema de instalación cogerá ahora los 20 Gb que le acabamos de dejar e instalará en ellos Ubuntu. Una manera de aprovechar el hueco que le dejamos libre. Este método también lo incluyeron los amigos de Guadalinex.

3º) ‘Editar tabla de particiones’. Aunque aparenta ser complicado, no lo es tanto. Entra en esta opción y verás tu disco duro ocupado por tu sistema (suele ser una franja colorada casi siempre ocupando todo el espacio). Lo que tenemos que hacer es reducir su tamaño. Con el ejemplo de antes, pásala de 80 a 60 Gb. Para ello, clic en la franja colorada con el botón secundario y dale a ‘Redimensionar’. En la ventana que se abre, tira de ella para reducirla. Guarda los cambios. Ahora, en los 20 Gb que te ha dejado, tienes que generar dos particiones: una, del tipo SWAP o ‘Área de Intercambio’, de 1 Gb. La otra, el sistema de archivos Linux, puede ocupar el espacio restante (19 Gb) y tiene que ser del tipo EXT 3. Ahora deberás tener toda la franja que simboliza tu disco duro con tres colores: uno para la partición de Windows (NTFS), otro para la de intercambio (SWAP), y el tercero para el sistema de archivos Linux (EXT 3).

Tras confirmar los cambios, ya sólo es cuestión de esperar unos 20 minutillos a que el sistema instale todos los paquetes. Por cierto, no fue mi caso, pero si el sistema te pregunta si quieres instalar el GRUB, dile que sí. Es el panel que, al iniciar el ordenador, te permitirá elegir entre los sistemas operativos instalados.

Ya no nos queda nada. Tras la copia, tendremos que extraer el CD, reiniciar y meter el nombre y clave que definimos durante la instalación. ¡Por fin estamos en el escritorio y algo como esto será nuestro!:

ubuntu3_05062006.jpg

PD: Por cierto, comprobaréis que este sistema apenas reproduce archivos multimedia. Mañana os explico un secreto para conseguirlo.

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