DosyDosCuatro.wordpress.com

Hasta siempre

Querida parroquia:

Como bien os dije tiempo atrás, venido mayo este blog llega a su fin. Bueno, a medias.

Mucha gente me ha dado el ‘coñazo’ cariñoso para que no borre los textos con el fin de que la información estuviera disponible a los ‘novatos’. No es mala idea. Es más, no sólo lo voy a hacer sino que un querido amigo que conocí vía Internet, LC, más majo que las pesetas, se va a hacer cargo de él. Él posteará, él leerá vuestros comentarios, él se encargará de todo el mantenimiento de la bitácora, él es el responsable. Lo hará a su manera y cuando pueda, que ahí es donde reside la gracia de los blogs. Quién sabe, quizá estemos inaugurando una nueva moda en internet: el truequeblog («Te cambio mis dos blogs, por el tuyo y por un beso de tu hermana«, je, je).

También os aviso de que dentro de unos días, el dominio DosyDosCuatro.Com dejará de remitir a esta bitácora, de modo que os recomiendo que actualicéis vuestros marcadores. Desde hoy, se accederá desde https://dosydoscuatro.wordpress.com/

LC ya me ha dicho que espera ansioso vuestros comentarios. Yo ya le he hecho llegar uno. Os espera en:

ortigoanalis(joroba)gmail(punto)com

Ha sido un placer. Que ustedes disfruten del software.

Adiós, amigos, adiós

Resumo: en un año he redactado 238 entradas, que han recibido 1.705 comentarios y casi 222.000 visitas, que se dice pronto. Aunque todo ello serviría a cualquier persona sin pretensiones para hincharse de orgullo, tengo que deciros que yo me desinflo: éste es mi último post, por suerte o por desgracia para algunos de vosotros.

Motivos tengo varios, pero hay unos de los que alguna vez he hablado en el blog. Uno de ellos es el fascismo que despiden los linuxeros acérrimos, algo que no quiero para mí. Me explico.

A lo largo de este último año, en el que he intentado divertiros a la vez que os enseñaba lo que yo aprendía de la práctica, me he dado cuenta de que el usuario medio-alto de Linux es peor que Franco, Hitler y Pinochet juntos. El ‘pingüinero’ ultraconvencido cae una y otra vez en su propio error: defiende ser libre pero nunca deja al resto elegir. Se acaba creyendo extrainteligente. No entiende que a la gente se la traiga floja que un programa sea Open Source o propietario. No entienden que el oficinista de turno (funcionario, teclista o lo que queráis) le dé por saco el sistema operativo que corra. Creen que todo el mundo domina la informática y, lo que es más chistoso, deben de tener un flequillo enorme que les aparta de la realidad cuando dicen que el oficinista, con un simple sudo apt-get install xxxxx, obtendría determinado programa. ¡De risa! ¿Hay algo más fácil que el .exe?. O que si mete un pendrive y no le funciona (como me pasa a mí en Ubuntu y no en Windows), que simplemente se meta en la Terminal y teclee mount no sé qué. ¡Amigos, que bastante que aprendió informática como para volverle loco a un señor que no disfruta de los PCs y que le da por saco cosas como Linux! ¿O pensáis que va a llegar a casa y va a dejar de ver a mujer e hijos por aprender algo de informática que ya sabe hacer de una manera?

El linuxero medio-alto es tan sumamente engreido que cree que va a hacer utilizar al oficinista anterior la Terminal. Curiosamente, no se da cuenta de que así es como se aleja a los novatos del pingüino y como salen corriendo de nuevo a manos de papá Windows… Pero es que encima van por los blogs vendiendo que para jugar ya están las videoconsolas y que, en caso de necesitar algo de Windows, Wine es más que suficiente. Yo probados tengo 15 programas populares y sólo me funcionaron 2, y uno se colgaba cada 4-5 minutos.

El linuxero medio-alto es demasiado fascista. Es incapaz de ver los problemas que supone a un recién llegado a Linux (que no suele saber mucho de informática) comprar hardware, por mucho que haya webs que te hablen de su compatibilidad. A la gente lo que le gusta es ver un aparatito, comprárselo y saber que cuando llegue a casa va a funcionar. El resto es jugársela. El linuxero nunca admitirá que eso es un problema de Linux; obviamente, el problema es del usuario, que tiene que volver a descambiarlo. Os puse un ejemplo en el pasado. ¡Me llegaron a acusar incluso de ir contra el trabajador! ¡Menuda tontería! Leedlo.

Otro de los motivos que me llevan a dejar el blog es la cara dura que han demostrado algunos de los lectores (o visitantes esporádicos, mejor dicho). Pongamos ejemplo: uno de ellos me solicitó educadamente un disco con Ubuntu, lo grabé y se lo envié gratis hasta Extremadura al lector, que fue incapaz de agradecérmelo. Miento: me escribió para pedirme más ayuda. Otro visitante me pidió que le explicara, paso por paso, a ver qué leches era GNU/Linux,… ¡Vamos a ver! Una cosa es que os ayude en lo que pueda y otra que yo venga de trabajar y responda dudas que se autocontestan a la primera con una búsqueda en Google. O gente que te escribe para ver por qué su modelo Viacom CVSGF$&·%·OI no funciona… ¡Pues no sé, chico!. Busca en Google a ver si alguien lo ha puesto en un foro y sigue el hilo… Ni yo trabajo en Viacom para explicarte ni esto es el blog de un experto. Una cosa es que me preguntes si sé por qué en tu Sony Waio no funciona por si lo he leido o alguien me ha comentado, y otra todo lo anterior… Lo bueno de Linux es que casi todo está en Google.

Todo lo anterior no quiere decir que no apoye el Software Libre. Al contrario, estaré a su lado como ahora, siempre que sea mejor que el propietario. Cuando este último supere al Open Source, estaré con él. Lo que es bueno, es bueno con la licencia que sea (veis, esto nunca lo diría un linuxero acérrimo). Obviamente, seguiré utilizando Open Office, Firefox, Thunderbird, Gimp, Amarok y algún que otro programa que son maravillosos… Linux se llevará mi apoyo en tanto en cuanto se adapte al perfil de la persona que lo piensa instalar. Obviamente, nunca se lo recomendaré a un ‘geek’ que sincronice hasta el cepillo de dientes por USB. De momento, no lo veo derrotando a Windows a nivel global. Quizá dentro de 6-7 años y unas cuantas leyes a favor…

Un último motivo: al linuxero nunca le interesa hablar claro. Tiene que nombrar tecnicismos como sea, que se oigan palabras ‘raras’ para los novatos. Es incapaz de cometer una incorrección voluntaria incluso para que su interlocutor se entere de algo. Quiere sentirse en una especie de élite a la que no ha sido capaz de llegar por otras vías de la vida. Un gran método para alejar a la gente, sí señor. Curiosamente, este punto también me diferencia de ellos, por suerte. Si con mis palabras más o menos acertadas he logrado que al menos una sola persona haya probado Linux, con eso ya doy por válido el trabajo de todo un año.

También quería recordaros que este blog permanecerá online 1 mes ya que algunas guías (como la de instalación de Feisty Fawn) aún pueden ser valiosas. O incluso para que navaguéis con el calendario de la derecha y leáis posts que dejásteis pasar. O para que repaséis la sección Aplicaciones de arriba. A principios de mayo, borraré la bitácora y sólo será accesible vía caché de Google.

Última cosa. No quiero dejar pasar estas líneas para agradecer al propio blog el haberme permitido obtener dos grandes tesoros: uno, conocer Linux, que en mi caso sigo usando, y dos, amigos como Diego R-V (me debes una barra libre en Madrid), Jokin (tranquilo, Mac también se bloquea), Luis Carlos (el idioma no importa), Ardentice (te mandaré la foto del niño ‘cachas’), Clapp, Simfonía (viva el rock), Borja (¡Cuidado con el snow!), Rouzic, Outime (ahora, al instituto), Protion9, Kumo, Foncu (acabarás como fotógrafo, ya verás), JMVidalvia, Jordi Abad (no eres uno más), K40, [Doodom] (siempre encorchetado), Vladimir, Alvaritux, Christian, Perkin, Alejanjim, elnorber, Víctor Garrido (me encantan los perros), Fabycom, Elric, Dr. Extraño, Palermi, Nukeador, Josito (el rey de Fuenlabrada), Gragy (bonito tu avatar), Chiche (el tuyo, más bello aún), Pinar, Nudando, Jero, Skuark, Luciano A. Ferrer, el ‘quién-sabe-dónde’ Fred.cc,… Disculpad si no está vuestro nombre, pero es que ¡todos los anteriores me han salido de memoria!. Además, tengo impresas las 1.705 opiniones, así que no os escapáis…

Disfrutad libremente del software, sea del tipo que sea. Un saludo. Ha sido un placer.

PD: Si me mandais un email, seré incapaz de leerlo. Ya no tengo la misma cuenta. Tampoco podréis alojar opiniones bajo este post…

Hoy cumplimos 1 año

30 de marzo de 2006. Tarde aburrida. Mientras manejaba unas fotos de vacaciones en Berlín, algo, no sé, algo hizo que el directorio de imágenes personales se fuera al carajo. Un adiós-muy-buenas que me sentó como una reducción de salario.

Mi reacción no se hizo esperar: mandar al carajo a su vez a Windows. No lo aguantaba más. Lo siento. No soportaba la puñetera ventanita del Norton avisándome cada 2 por 3 de la ‘terrible amenaza’ que suponía ver un jotapegé, o del minuto largo que me tiraba al abrir el Panel de Control para desinstalar equis programa, o la carga indiscriminada de aplicaciones ‘putillas’ que en el arranque se cargaban para correr sin que yo las viera. No, me negaba.

¡Plaffffff! Portazo en la cara a Windows y bienvenida a Linux, que sólo conocía de oídas hace un año. Un año, cuando más o menos comenzó la Operación Malaya. Vaya, yo que por aquellos momentos pensaba que la Justicia funcionaba lenta y mal, a partir de hoy sabré quién leches está detrás de esa lentitud.

Hoy, un año después, estoy satisfecho. Desde aquel punto de no retorno, he comprendido que siempre hay alternativa para casi todo. Que mi portátil no es tan viejo como pensaba (en diciembre hace 3 años y va como un tiro con Linux) y que, como pude comprobar según marchaba el tiempo, tarde o temprano el momento de Linux llegará, sea de la mano de quien sea.

Y como en todo cumpleaños que se precie, pido un deseo: que el Software Libre venza de una vez por todas al software propietario. Primero, porque es un derecho de todos, y segundo, porque se lo está trabajando para que así ocurra. De momento, Firefox no va por mal camino.

PD: Seis meses depués, haciendo limpiezas, descubrí un disco con mis fotos. Ya sabéis, la suerte del que hace back-ups… Por cierto, como no encontraba una foto bonita de una tarta, he utilizado una tarrina de discos en honor a tal descubrimiento. Y no pongáis cara de sorpresa -como de que es la primera vez que veis un cedé– que el Hombre del Saco (Teddy Bautista) os tiene ya fichados…

Nueva York: Privativo 2 – Open Source 0 (y II)

[Leer primer capítulo de ‘Nueva York: Privativo – Open Source’]

Continúo con el último capítulo de mi heladora experiencia tecnológica en Nueva York, que ayer comenzamos. Dejo aparte la ya supuesta odisea gastronómica que pasé en la ciudad, porque para deprimir ya tenéis vuestra cuenta bancaria y la cara que os pone el director de la sucursal cuando cruzáis la puerta de su oficina.

Se puede ser andaluz sin saber flamenco, ser bonaerense sin calzarse un buen tango pero nunca ser neoyorquino sin teléfono móvil. O eso, o lo regalan con la barra de pan o en la carnicería, porque todo el mundo aloja uno en el bolsillo. Es más, pueden tener más mierda encima que un narcotraficante, que en cuanto pueden sacan su tribanda para ver si tienen mensajes nuevos.

Móviles los he visto de todos los colores, pero los que se llevan la palma son los que incluyen teclado Qwerty, del tipo Palm Treo o BlackBerry. Todo el mundo quiere uno (son sólo gringos, no tontos), y las operadoras (las principales son T-Mobile, Cingular, Sprint y Movizon), que de estúpidas tienen lo que yo os cuente, lo saben y ya ofrecen planes para estos terminales desde 120 euros. ¡Sí, 120 euros! Además, los contratos suelen regalar llamadas ilimitadas a terminales de la compañía dentro de Estados Unidos, de modo que ves a la gente más colgada al móvil que Mayte Zaldívar a las bolsas de basura.

Si lo anterior os ha dejado más helados que yo imitando a la Estatua de la Libertad, imaginaos qué supone pagar 120 euros a un tipo normal como un ayudante de jardinería, que en Nueva York se puede levantar al mes 3.000 dólares (2.700 euros) iniciales (incluyo link como prueba), mientras en España tendría que tirar cohetes si llegara a los 900 euros.

Ocurre lo mismo con los iPod: allí valen lo mismo, pero en dólares, de modo que son más baratos, pues el dólar vale ahora menos que el euro. ¿El iPod Shuffle de colores? Allí, 79 dólares, aquí 79 euros. ¿El iPod Nano? Allí, 149 dólares, aquí 149 euros. Así, con todos los productos tecnológicos. Y encima con esos sueldos…

¿Y qué tiene que decir el Open Source en todo este asunto de la telefonía? Pues nada. Fijaos, si la única opción de liberarse de Windows en los dispositivos pasa, a día de hoy (de momento), por la plataforma Palm (que tampoco es libre), los dispositivos que habitualmente disfrutan de este S.O. suelen incorporar allí en cambio Windows en su versión móvil. Debe de ser que a los americanos, si les quitas en botón Inicio, se pierden tanto como si les robaras la tarjeta VIP del burguer de la esquina…

Dios, lo que hay que ver…

Nueva York: Privativo 1 – Open Source 0 (I)

¡Llegué vivo! Tras más de 10 horas de avión, ayer domingo regresé de mi viaje a Nueva York. Me duele todo. Desde el esternón hasta el cerebelo. Es lo que tiene la clase Turista.

Ocho días dan para mucho. Entre otras cosas, intentas entender a los gringos: por qué se comportan como lo hacen, por qué las neoyorquinas son tan feas y, por supuesto, cómo andan de tecnología. Hablemos de aparatuquis, que es lo nuestro.

Caminar por Nueva York es sumergirse en una piscina tecnológica. A bote pronto, calculo que la mitad de los usuarios de emepetreses con los que me he topado en la calle portaban los típicos cascos blancos del iPod. Quien haya estado en la ciudad, me dará la razón cuando comento que cualquier fulano lleno de mierda hasta la gorra te saca un pedazo iPod reluciente de los de 80 Gb que te hunde en la miseria de la envidia.

Casi todas las cafeterías ofrecen conexión wireless gratis. Incluso en un McDonalds de la 5ª Avenida te prestan un Dell de sobremesa para que navegues mientras te comes tu Big-Meal-Chicken-Dupy-Winni con el refresco y las patatas de rigor.

Los productos Apple son lo más ‘cool’ de Manhattan. Entras a una cafetería y siempre hay alguien con un portátil de los de la manzana abierto. El resto de laptops cargan o Windows XP (la minoría) o Window$ Vista. Así, como os lo cuento. En todos los días no he visto una sola referencia a Linux en la ciudad. No os hablo de portátiles cargados con el pingüino; simplemente os hablo de herramientas Open Source, como Firefox o Open Office. Nada. N-A-D-A. Ni un solo zorro rojizo. Tampoco he visto revistas dedicadas a Linux. Ni qué deciros que en las grandes superficies americanas (que copan las marcas CompUSA y Best Buy) Linux es algo tan lejano como la vacuna contra la comida basura.

Antes de buscar un motivo por el que Apple y Micro$oft triunfan y Linux no, demos paso a la publicidad. Tranquilos, que aquí no van a volar los popup. Simplemente os muestro unos ejemplos de publicidad callejera de Nueva York:

Cartelazo presidiendo una plaza y llevándose todas las miradas (iPod).

Decorando un parking (iPod).

O bien, ocupando una pared cercana a Times Square (Window$ Vista).

¿Entendéis ahora por qué los estadounidenses optan por lo privativo y pasan de lo libre? ¡Esto es un bombardeo constante que no deja ver otras cosas en el horizonte! Pues sumad a lo que os acabo de enseñar carteles de iPod en cabinas telefónicas, estaciones de metro e incluso garajes. Y aún hay más, como decían los dibujos animados. Zune, el reproductor de Microsoft, ya empieza a golpear las cabezas de los americanos. ¡Y lo hace en ‘Good Morning, America’, un magacín al estilo de Ana Rosa Quintana!

Primera batalla ganada por lo privativo en Estados Unidos.

[Leer segundo capítulo de ‘Nueva York: Privativo – Open Source’]

Mensajes de voz y localización

En el post anterior hablamos de widgets para Linux. Pues bien, acabo de añadir dos a este, vuestro blog, aprovechando que le he enseñado al logotipo del concurso de blogs de 20 Minutos el camino al lugar donde se fríen los espárragos.

Uno de los widgets es un localizador de usuarios. Simplemente pinchad en vuestra ciudad (hay que ir haciendo zoom), poneos un nick, un avatar y mandad un mensaje a la afición. Quién sabe, igual un vecino tuyo está interesado también en Linux….

Si lo vuestro no es escribir y sí darle a la lengua (ummmm…), el segundo widget os gustará. Es una web con la que podréis mandarme mensajes de audio, sin necesidad de registraros ni nada. Lo podéis usar para ponerme pingando, para proponer temas, para gemir al estilo teléfono erótico,…

¡Os estoy esperando, a ver si me dais una sorpresa y se me queda un careto como el de ‘El Cordobés’…!