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Actualizar… de verdad (I)

Como ya sabéis, amigos lectores, un sistema operativo no actualizado es como beberse un baso de agua para curar un esguince. El H2O trabaja lo mismo en ese caso que los Reyes Magos en nuestras vidas: una vez al año, y encima es mentira. Sea Windows, MacOS o Linux, todos han de pasar por la actualización (casi siempre online).

Ubuntu y todas las distribuciones basadas en ella son perfectas para la actualización. Con acudir al Gestor de Actualizaciones vemos si hay algún paquete aplicable según los criterios de instalación estándar de la distribución. Ahora bien, estos criterios basados sobre todo en la seguridad de nuestro sistema son modificables. Y a ello vamos, chicos/as.

Hazme caso y ve al Gestor de Actualizaciones (Sistema/ Administración/ Gestor de Actualizaciones). Verás que hay poco/nada por actualizar. Pincha en Preferencias. Allí ves los repositorios, es decir, los lugares (sean de Internet o locales) a donde va a buscar material actualizable. Lo modificaremos un poco. Nos aparece una ventana (ver arriba) con dos apartados: Repositorio y Componentes. Pues bien, en los tres estados de la sección Repositorios tienes que hacer que las cuatro opciones estén aceptadas, y no sólo las dos primeras, que así aparece por defecto.

Ahora acepta todo y ve de nuevo a la ventana del Gestor de Actualizaciones (Sistema / Administración). Recarga la pantalla e instala todo lo que te proponga (son muchos 'megas', pero la actualización es interesante).

Ahora sí que tienes un Ubuntu/Guadalinex a la última. Mañana te explico qué carajo has conseguido con estos sencillos pasos.