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Instalar Ubuntu (I): por si acaso, mejor ‘live’

Lo reconozco: mi paso por SUSE Linux ha sido frustrante. Esto no quiere decir que haya abandonado Linux. Al contrario: si tan bien hablan de él, por algo será. En cuanto SUSE me dio la espalda, instalé Ubuntu 5.10, la última versión disponible. Y resultó ser más fácil de lo que pensaba.

Antes que nada, para evitar desastres: usar Ubuntu no exige instalarlo. Una de sus posibilidades es la de utilizar una versión ‘Live’, que casi todas las distribuciones (Mandriva, Knoppix, etc) tienen. De esta manera, podremos usar Ubuntu sin tener que pisar el sistema operativo que tengamos instalado ni los archivos almacenados. Y todo, con una simulación que corre desde el propio CD. ¿No es genial? Os explico cómo hacerlo:

Entramos en la sección Descargas de la web de Ubuntu. Allí, tenemos varias opciones: Install CD o Live CD. Nos quedamos con la segunda. Para ir sobre seguro, elegimos la llamada PC (Intel x86) live CD, que nos descargará una imagen .iso (642 megas de nada). La guardamos donde nos dé la gana. Cuando haya acabado la descarga, tendremos que grabarla con un programa que permita grabar IMÁGENES. Por ejemplo, lo hace Nero y muchos otros (por no decir todos). Una vez grabado, lo introducimos en la unidad de CD/DVD y reiniciamos el ordenador.

En este momento, Ubuntu ya debería correr en nuestro sistema… o no. La razón para lo segundo es esta: la BIOS del PC, que gestiona el arranque del equipo, suele estar configurado para que en ese momento, antes de buscar el sistema en el disco duro, si ve algo utilizable en el CD para ese proceso intente usar antes éste que el Hard Disc. Por ello, carga antes todo y deja para el final el disco duro. Si no está así, nosotros tenemos que cambiar el orden de arranque (tranquilo/a, está controlado). Vuelve a reiniciar el sistema. Verás en la pantalla de inicio que te pone algo así como ‘BIOS’, ‘Setup System’ o algo parecido. Se suele entrar con F2 o F8, depende del ordenador. Ahora estás ya en la BIOS. Desplázate hasta Boot Secuence. Allí, lo que se define es el orden de arranque. De las cuatro opciones, en la primera tiene que estar el CD y en la segunda el disco duro. Con eso ya es suficiente.

Ahora vete a Exit. Guarda los cambios y reinicia. La versión Live de Ubuntu ha de correr perfectamente porque antes del disco duro cogerá lo que haya en el CD/DVD. Eso sí, ten en cuenta que va a ir muy lento y que algunas opciones/aplicaciones no funcionarán. Es más, la velocidad en nada representa a cómo trabaja Ubuntu una vez instalado. Simplemente sirve para aprobar o no su funcionamiento general.

¿Cómo hacemos para retornar al antiguo sistema? Cuando nos cansemos y queramos volver a nuestro Equispé o lo que tuviéramos antes, es tan fácil como reiniciar el PC y quitar el disco de la unidad. Ahora, el PC buscará primero en el CD y, al no encontrar nada, irá al disco duro, donde está la copia instalada del sistema operativo habitual.

¿Difícil? ¿Verdad que no?