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Mi hardware se ‘enrolla’ con Ubuntu

Los temblores propios de terremotos suelen ser parte también de quienes se lanzan a Linux. Lo que más miedo da (así me lo hizo saber el amigo Dr. Extraño vía post) es el reconocimiento del hardware. Y con razón. Imainaos la cara que se os puede quedar si después de la instalación no os funciona ese superescáner que tanto os costó comprar. O la impresora. O lo que sea.

Si habéis leído este blog desde sus primeras líneas (cosa que os agradezco), os enterasteis de cómo me fue el reconocimiento de mi hardware con SUSE Linux. Todo estuvo configurado a la primera excepto la resolución de pantalla (arreglable), la red Ethernet (arreglable), la webcam (marca no compatible) y la tarjeta inalámbrica (no compatible). Lo demás, fue de maravilla (sí, hay otras cosas…).

El caso de Ubuntu es de show de cámara oculta. Con una instalación que dura la mitad que en SUSE, me dejó todo bien a la primera (resolución y Ethernet inclusive). Lo suyo no son los milagros haciendo funcionar la webcam y la inalámbrica, pero a cambio instalar otros componentes es aún más fácil que con SUSE. Por ejemplo, mi ya famosa HP 5940. Si en SUSE me exigía un proceso mínimo, en Ubuntu da vergüenza hasta comentarlo (os tengo estima, chicos/as). Simplemente tenemos que ir a Sistema / Administración / Impresoras. Añadimos una nueva impresora y ya me detecta el modelo como 5940 (en SUSE Linux sólo pude ponerle los drivers de la 5900, que me imagino serían iguales). Y ya está lista.

Si no os he convencido y seguís teniendo miedo a Ubuntu, podéis utilizar una versión ‘Live’ de esta distribución y ver si os funciona todo. Y si lo instaláis, no os reconoce algo y os da un jamacuco, siempre podéis pedir la baja a María José Campanario.

P.D.: En la consulta le podéis meter entre las revistas vuestro CD de drivers para Windows… :-). Ya no os hace falta.